viernes, 3 de octubre de 2008
lunes, 21 de enero de 2008
BICHOS CANASTOS 2007-2008
I- AFUERA
- “Que sorprendente objeto”- me dije, y después me olvidé.
Pero aún así seguía viéndolos, por todas las esquinas.
Microcosmos vestidos de saco y corbata, con vestidos floreados, usando botas o zapatillas. Jugosa gestación en su interior.
Quisiera saber que es lo que esconden esos bichos canastos, caparazones herméticos, guardianes de un tesoro maravilloso.
II- AFUERA
El bicho canasto apareció en mi tela. De repente y sin previo aviso se impuso su imagen.
Tardé en darme cuenta, pero ahí estaba. Magnánimo y desafiante, misterioso recurso gráfico.
Despacio conocí su estructura interna, con cuidado fui palpando su textura, el color me acompañó en el viaje.
Pude ingresar en su núcleo. Mágica gestación, útero-canasto.
Lloré, el bicho era yo.
III- ADENTRO
Si supiera, tal vez, como hacerlo más fácil.
Convenciones estipuladas, que no sé muy bien para que sirven, ni muy bien para que están.
Acercarme a lo que realmente siento. Sin miedos ni prejuicios.
Permitirme crear sin tamizar lo que sucede. Mundo interno tan resguardado, cuidadosamente protegido, un tesoro a explorar.
Me acerco a través de texturas, de inmediatez, de línea, de sensaciones.
El color me ha deslumbrado, nuevamente lo descubro y me dejo seducir por su carnosa existencia.
El rojo es vida, el naranja late, el verde se huele. Sin prejuicios ni convenciones, es allí donde realmente soy libre, donde elijo y me elijo.
Espacio personal que sale a la luz…sin estipularlo, sin hacer concesiones.
Intransigente manera de comunicar. Acá y ahora, como yo quiero, como me sale.
Acciono sin tapujos, sin término medio, sin grises.
Puro color, vivencia y latido.
IV-ADENTRO
Salir al mundo eso es lo que más me duele.
Me lastima la piel, me escama, me seca.
Debo aprender los códigos, herramientas que me resguardan.
Exponerme me hará más fuerte, más permeable?
Lo cotidiano me cuesta el doble, me duele el doble…
Bebo aprehender los códigos, tomar las armas y defender lo más preciado.
V: ADENTRO
Entre tanto dolor crezco.
Aprendo de mí, de mis imágenes almacenadas.
Trato de identificar las sensaciones.
Que la tela vibre, que el color grite, que la textura se desgarre…yo vibro, grito y me desgarro.
La mente es enemiga pero hora la contienda es más equitativa, por que crezco en el instinto primordial… Y no tengo más miedo, encontré la manera.
Chorreo y te escupo.
VI: ADENTRO
La mujer bicho canasto guarda sus secretos con llave. La superficie áspera la protege. Por dentro una masa informe de sensaciones.
Sale y se disfraza, pero el esfuerzo es tan grande que a veces se quiebra y deja escapar un poco de líquido, de baba multicolor.
Se trasformará algún día?
Le resulta difícil llevar su pena ...un estigma, y el vacío es tan grande que se deja sentir, cerrarlo le parece imposible.
Lo cotidiano la abruma, entonces busca una alternativa, tal vez la clave están en no resistirse. Dejar que toda esa pena brote, que esa furia sea expulsada, que su cáscara chorree negro, exude tristeza.
Nadie lo sabe y menos ella…
Tantea en la oscuridad, prueba. Hasta que sus posibilidades se agoten o hasta que ella misma se agote.
Tal vez liviana pueda volver a volar.
- “Que sorprendente objeto”- me dije, y después me olvidé.
Pero aún así seguía viéndolos, por todas las esquinas.
Microcosmos vestidos de saco y corbata, con vestidos floreados, usando botas o zapatillas. Jugosa gestación en su interior.
Quisiera saber que es lo que esconden esos bichos canastos, caparazones herméticos, guardianes de un tesoro maravilloso.
II- AFUERA
El bicho canasto apareció en mi tela. De repente y sin previo aviso se impuso su imagen.
Tardé en darme cuenta, pero ahí estaba. Magnánimo y desafiante, misterioso recurso gráfico.
Despacio conocí su estructura interna, con cuidado fui palpando su textura, el color me acompañó en el viaje.
Pude ingresar en su núcleo. Mágica gestación, útero-canasto.
Lloré, el bicho era yo.
III- ADENTRO
Si supiera, tal vez, como hacerlo más fácil.
Convenciones estipuladas, que no sé muy bien para que sirven, ni muy bien para que están.
Acercarme a lo que realmente siento. Sin miedos ni prejuicios.
Permitirme crear sin tamizar lo que sucede. Mundo interno tan resguardado, cuidadosamente protegido, un tesoro a explorar.
Me acerco a través de texturas, de inmediatez, de línea, de sensaciones.
El color me ha deslumbrado, nuevamente lo descubro y me dejo seducir por su carnosa existencia.
El rojo es vida, el naranja late, el verde se huele. Sin prejuicios ni convenciones, es allí donde realmente soy libre, donde elijo y me elijo.
Espacio personal que sale a la luz…sin estipularlo, sin hacer concesiones.
Intransigente manera de comunicar. Acá y ahora, como yo quiero, como me sale.
Acciono sin tapujos, sin término medio, sin grises.
Puro color, vivencia y latido.
IV-ADENTRO
Salir al mundo eso es lo que más me duele.
Me lastima la piel, me escama, me seca.
Debo aprender los códigos, herramientas que me resguardan.
Exponerme me hará más fuerte, más permeable?
Lo cotidiano me cuesta el doble, me duele el doble…
Bebo aprehender los códigos, tomar las armas y defender lo más preciado.
V: ADENTRO
Entre tanto dolor crezco.
Aprendo de mí, de mis imágenes almacenadas.
Trato de identificar las sensaciones.
Que la tela vibre, que el color grite, que la textura se desgarre…yo vibro, grito y me desgarro.
La mente es enemiga pero hora la contienda es más equitativa, por que crezco en el instinto primordial… Y no tengo más miedo, encontré la manera.
Chorreo y te escupo.
VI: ADENTRO
La mujer bicho canasto guarda sus secretos con llave. La superficie áspera la protege. Por dentro una masa informe de sensaciones.
Sale y se disfraza, pero el esfuerzo es tan grande que a veces se quiebra y deja escapar un poco de líquido, de baba multicolor.
Se trasformará algún día?
Le resulta difícil llevar su pena ...un estigma, y el vacío es tan grande que se deja sentir, cerrarlo le parece imposible.
Lo cotidiano la abruma, entonces busca una alternativa, tal vez la clave están en no resistirse. Dejar que toda esa pena brote, que esa furia sea expulsada, que su cáscara chorree negro, exude tristeza.
Nadie lo sabe y menos ella…
Tantea en la oscuridad, prueba. Hasta que sus posibilidades se agoten o hasta que ella misma se agote.
Tal vez liviana pueda volver a volar.
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