martes, 10 de marzo de 2015

ARMADURAS 2015


Marcas del tiempo, cicatrices de las experiencias, tatuajes de historias vivada.
El tiempo gravado en el cuerpo…

Contenedor divino, morada del alma.
La piel, el bastidor de uno mismo.
Un órgano infinitamente sensible, de miles de maneras y formas.

Secas, húmedas, amarillas, azules, rosas, arrugadas, lisas, ásperas, suaves, con pecas, quemaduras, rayones, líneas, surcos.
La piel como totalidad de lo finito que protege, contiene y da forma.
La sustancia supeditada al paso del tiempo que va dejando marcas inexorables en el camino.
La piel como testigo.
Un mapa para recorrer, un mapa para encontrarme.

Y a veces cuando me pierdo ella es mi limite.
Como una red que no me deja caer, una red que me sostiene.

La piel armadura del alma.